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miércoles, 9 de mayo de 2012

LA POESÍA EN LA EDAD MEDIA


Primeras manifestaciones poéticas: las jarchas
Las primeras manifestaciones escritas de la literatura peninsular son las jarchas, aunque no están escritas en castellano sino en mozárabe (la lengua que hablaban los cristianos residentes en la zona conquistada por los árabes. Surgen en el siglo X y son pequeñas composiciones líricas cantadas y anónimas cuyos temas fundamentales eran el amor y la naturaleza.

La poesía épica: el Mester de juglaría
Las primeras manifestaciones escritas que hemos conservado de la literatura castellana o española son poemas épicos narrativos y anónimos. No se trata, por tanto, del género épico o narrativo tal y como lo conocemos hoy en día sino más bien de poesía narrativa de asunto bélico o heroico y de carácter novelesco.

Los Cantares de gesta
Así se llamaban los poemas épicos medievales que se agrupan bajo el nombre genérico de Mester de juglaría (oficio de juglares). Tenían una métrica irregular (los versos se organizaban en tiradas de un número variable de versos de diferente medida y rima) y contaban las hazañas bélicas de los héroes de la época. Eran anónimos pues el anonimato era una tendencia lógica en los comienzos de la literatura castellana: la conciencia de autor no existía porque la literatura respondía a una finalidad social, popular, y no a los intereses individuales del autor que normalmente era un clérigo o alguien vinculado a la clerecía y prefería quedar en el anonimato.
Los cantares de gesta eran transmitidos oralmente por los juglares, personas semicultas procedentes del pueblo, que recorrían las aldeas y ciudades recitándolos con el fin de ganar algún sustento para sobrevivir. La literatura, pues, era en sus comienzos un espectáculo, quizás el único espectáculo o diversión para el pueblo, que acudía en masa a los recitales juglarescos. La recitación de poemas-que solía estar acompañada de música-era una parte más del repertorio de los juglares, que comprendía además otros espectáculos como juegos malabares, equilibrismo, escenas cómicas, etc.
La conservación de los poemas de gesta en una época tan oscura como la medieval, se debe en gran parte a la labor de los juglares, pues muchos de ellos escribieron los poemas que recitaban de memoria, y así han llegado hasta nuestros días gracias a otros autores posteriores que los copiaron y conservaron. Pero en la mayoría de los casos el juglar participaba simultáneamente en el proceso de creación del poema de gesta pues normalmente lo recogía, lo recitaba constantemente y, con el paso del tiempo, lo retocaba a su gusto, teniendo muy en cuenta también el gusto del público. El poema más antiguo conservado es el Cantar del Mío Cid, fechado hacia 1140 pero sabemos por las crónicas y otras referencias medievales que se cantaban otros muchos poemas ya desde el siglo X en adelante.
El Cantar del Mío Cid es el único poema conservado en su estado original, en verso, y casi completo (sólo le faltan dos páginas). Narra las hazañas protagonizadas por los héroes castellanos, al frente de los cuales está el propio Rodrigo Díaz, el Cid, personaje histórico muy conocido y apreciado en su época. Representa el espíritu belicoso y nacionalista de Castilla que, en esta época del siglo XII, está iniciando su hegemonía política y militar sobre el resto de los reinos peninsulares que lo conducirá a convertirse en el reino más poderoso durante los siglos XIV y XV. Hemos seleccionado el siguiente fragmento, en el que se narra de forma muy expresiva el fragor de la batalla:

Poesía narrativa: El Mester de Clerecía
En el siglo XIII surge en Castilla el primer gran movimiento literario culto de la Edad Media: el Mester de Clerecía. Se llama así porque los escritores que lo cultivaron eran “clérigos”, religiosos o personas vinculadas con la Iglesia. Es ahora cuando la conciencia de autor cobra ya importancia y nos encontramos con los primeros autores españoles de nombre conocido: Gonzalo de Berceo y Juan Ruíz, Arcipreste de Hita, que escriben obras de carácter religioso, didáctico-moral o incluso amorosas, dirigidas al pueblo con una intención didáctico moral y lúdica (enseñar y divertir a la vez). Todas estas obras está escritas con una métrica culta basada en la estrofa denominada cuaderna vía y con un lenguaje también culto, muy latinizado pero adaptado al pueblo con recursos literarios juglarescos (populares). No se trata de poesía lírica propiamente dicha pues más bien es poesía narrativa, aunque frecuentemente incluye elementos líricos.

Gonzalo de Berceo
Es el primer autor español de nombre conocido. Vivió a mediados del siglo XIII y escribió obras de carácter religioso y otras de carácter histórico. Su obra más conocida es "Los milagros de Nuestra Señora", colección de milagros que representan la fuerte tradición mariana que se desarrolló durante la Edad Media.
También escribió otras obras de tipo religioso (vidas de santos): "Vida de San Millán de la Cogolla" y "Vida de Santa Oria". Además se le atribuyen otras obras anónimas del Mester de Clerecía.

Juan Ruíz, Arcipreste de Hita
Fue otro clérigo medieval pero-a diferencia de Berceo-tuvo una visión realista y crítica del mundo que le rodeaba, por lo que se convirtió en un hombre adelantado a su época. Su obra, El libro del Buen amor es una de las mejores que se escribieron en la Edad Media y, como buena obra de clerecía, su intención es moralizadora, pero además en ella se incluyen ya algunas ideas de la naciente mentalidad burguesa: el amor, el disfrute de la vida terrena, la crítica al clero corrupto, etc.. Está formada por un conjunto heterogéneo de elementos que abarca desde cuentos moralizadores como el que te presentamos a continuación, poesías líricas y otros elementos jocosos y satíricos. El humor es uno de los principales elementos del libro.

Lírica galaico-portuguesa
Paralelamente al triunfo en Castilla de la poesía narrativa didáctico-moral del Mester de Clerecía, se produce en Galicia el desarrollo de una floreciente poesía lírica culta de influencia francesa que no tendrá su equivalente en Castilla hasta el siglo XV, con la aparición de la lírica cortesana culta, que recibirá influencias de esta lírica galaico-portuguesa cuyos temas fundamentales son: el amor, la naturaleza y la sátira aunque también se dan otros temas nuevos: políticos, fúnebres, etc. Todas estas composiciones líricas responden a una métrica y a un estilo cultos.
El subgénero lírico más frecuente es la cantiga, composición culta de origen provenzal. Había tres tipos de cantigas:
-De amigo: son canciones de amor puestas en boca de una mujer enamorada que utiliza como confidente de sus amores a la naturaleza. Tienen un gran parecido con las populares jarchas mozárabes.
-De amor: son canciones de amor puestas en boca de un hombre enamorado; reciben muchas influencias de la lírica trovadoresca francesa.
-De escarnio o maldecir: son composiciones satíricas utilizadas para hablar mal de alguien y escarnecerlo.

Lírica cortesana del siglo XV
Durante el siglo XV se produce el nacimiento de la lírica culta castellana. También aparecen los primeros textos líricos populares, aunque la lírica popular es muy anterior, como veremos. La lírica culta se desarrolla en un ambiente cortesano, en los palacios y castillos de la nobleza, debido a las circunstancias históricas que habían producido una floreciente época de paz. Los escritores son trovadores: personas cultas pertenecientes a la nobleza inferior que componen sus propias obras y las recitan al público cortesano, generalmente acompañadas de música; se impone, pues, la figura del caballero-escritor (Marqués de Santillana, Jorge Manrique, etc...)
Como vemos, en esta época la literatura deja de ser patrimonio de los clérigos y empieza a ser considerada por la nobleza, que encuentra en ella un modo peculiar de divertimento y de expresión de sus inquietudes
La métrica empleada es también culta y regular, de influencia francesa. Algunos escritores cortesanos fueron muy conocidos en su época y aún hoy lo son, como por ejemplo: el Marqués de Santillana, Jorge Manrique y Juan de Mena; otros fueron menos conocidos pero sus obras fueron recogidas en los famosos Cancioneros, que recopilaron los poemas de infinidad de poetas cortesanos conocidos en su época, además de muchas composiciones anónimas cultas y populares como las Danzas de la muerte y los romances; los cancioneros más famosos fueron el Cancionero de Baena y el Cancionero de Palacio.
Existieron dos estilos poéticos bien diferenciados:
• Uno de influencia tradicional castellana, de temas amorosos y satíricos, en versos cortos (arte menor).
• Otro de influencia italiana (alegórico-dantesca), de temas morales y espirituales, en versos largos (arte mayor).
Lo cierto es que casi todos los poetas utilizaron ambos estilos para componer sus obras, aunque cada uno destacó en un estilo determinado. Como muestra de esta lírica hemos seleccionado los siguientes autores y obras:

El Marqués de Santillana
Se caracterizó fundamentalmente por combinar en su obra las dos tendencias poéticas anteriormente citadas y por recibir muchas influencias de la poesía popular que se cantaba en la época. Como ejemplo de este interés suyo por lo popular, escribió sus famosas Serranillas, que eran composiciones líricas de origen popular, en verso corto y de tema tradicional castellano. En ellas, el poeta reproduce el encuentro entre un caballero y una bella serrana en el campo.

Jorge Manrique
Fue otro de los poetas cortesanos más conocidos de su época. Hombre de armas y de letras-como el Marqués de Santillana-supo dar forma culta en su obra a los temas tradicionales castellanos. Escribió muchas poesías menores pero su mejor obra fue las Coplas a la muerte de su padre, compuesta en metros cortos típicos de la tradición castellana, las coplas de pie quebrado. El tema-la muerte-, sin embargo, es de naturaleza alegórico-moral y había calado muy hondo en la sociedad española del siglo XV; por ello, esta obra tuvo mucho éxito. Toda la obra es un canto doloroso a la muerte de su padre y un razonamiento acerca del fenómeno de la muerte con constantes alusiones a la antigüedad grecolatina y a la tradición castellana. Hemos seleccionado el siguiente fragmento:

Juan de Mena
Fue el más culto de los poetas cortesanos. Su mejor obra, El laberinto de la Fortuna, está escrita en versos largos y responde al estilo poético alegórico-dantesco de influencia italiana. Trata de temas morales y espirituales con afán moralizador.

Lírica tradicional castellana
Las primeras muestras de la lírica tradicional castellana aparecen escritas en el siglo XV, formando parte de los Cancioneros o incluidas dentro de la obra de algunos autores cultos de la época que las recogieron de la tradición oral, impresionados por su gran belleza. Pero esta lírica popular existía en la tradición oral muchísimo tiempo antes, probablemente desde el siglo X, coincidiendo con el nacimiento de las jarchas mozárabes. Se transmitía oralmente, de generación en generación, y era anónima puesto que pertenecía al pueblo en su conjunto, el cual la cantaba y la transmitía, participando así en su creación. Por eso, ningún autor culto medieval, excepto Berceo (que recogió un canto de vela medieval en su obra Planto que fizo la Virgen el día de la pasión de su Fijo del siglo XIII, el cual era cantado por los campesinos mientras velaban las aldeas y las cosechas durante la noche), incluyó estas manifestaciones literarias en su obra puesto que eran consideradas vulgares, propias del vulgo.
En el siglo XV se produce un cambio de mentalidad poética que provoca el interés de los escritores cultos por la lírica tradicional y gracias a ello se salvaron del olvido todos estos tesoros de la poesía tradicional, los cuales además alcanzaron una cierta dignidad poética al ser incluidos junto a las composiciones cultas de los autores más significativos. Como muestras de la lírica tradicional castellana hemos seleccionado los siguientes textos:
  • Maya: canción de alabanza de la primavera.
  • Albada: composición provenzal de tipo amoroso (la llegada del alba separa a los amantes). 
  • Canción de trabajo: canción cantada mientras se trabajaba en el campo.
  • Canciones tradicionales de amor: canción amorosa.
  • Canción satírica: canción jocosa y alegre.
  • Planto tradicional: composición triste por la muerte de alguien.
El Romancero
Durante el siglo XV se produce también el desarrollo del Romancero, que fue un hecho capital para la Historia de la Literatura española. El romance es una composición poética de extensión variable formada por una serie de versos octosílabos que riman en asonante los pares y quedan sueltos los impares. Los primeros romances surgieron ya en el siglo XIV al desgajarse de los Cantares de Gesta: los juglares seleccionaban las partes más interesantes del Cantar de Gesta y con ellas formaban pequeñas composiciones, fáciles de recordar y difundir, partiendo en dos mitades los largos versos épicos. Posteriormente, el pueblo cantaba oralmente estos romances hasta que los autores cultos del siglo XV los recogieron de la tradición oral y los incluyeron también-junto con la lírica tradicional-en sus obras.
Así pues, en los Cancioneros aparecen ya escritos muchos romances anónimos, que forman el llamado Romancero Viejo. A partir del siglo XVI, muchos autores cultos como Góngora o Lope de Vega cultivaron este género debido a su gran raigambre popular, incorporando nuevos temas y recursos literarios cultos; así nació el llamado Romancero Nuevo. El género ha evolucionado a lo largo de los siglos y se ha mantenido hasta nuestros días.
En cuanto a la técnica de composición del romance destacan: las estructuras paralelísticas o repetitivas, la inclusión de diálogos en estilo directo y la utilización frecuente de arcaísmos léxicos y sintácticos.
El Romancero Viejo comprende muchos tipos de romances, como veremos:
Históricos: aluden a hechos o personajes históri¬cos y legendarios de los primeros siglos de la Reconquista:
Líricos: expresan sentimientos amorosos o melancólicos. Se desarrollan en torno a la poetización del amor y de la naturaleza, como este famoso Romance del prisionero.
Fronterizos: se refieren a las luchas fronterizas entre moros y cristianos en el último periodo de la Reconquista.
Novelescos: sus temas son amorosos y sentimentales. El ambiente en el que se desarrollan es corte¬sano y caballeresco. Suelen re-producir conversaciones amorosas.





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