DONACIONES PARA EL MANTENIMIENTO DE LA PÁGINA

MAPA DE VISITAS

miércoles, 25 de abril de 2012

NOVECENTISMO, VANGUARDISMO Y GENERACIÓN DEL 27



Con estos nombres se ha denominado a la segunda generación literaria del siglo XX, conocida también como “Generación del 14” por considerarse este año como su fecha de inicio. Este nuevo grupo literario está formado por una serie de escritores jóvenes e innovadores liderados por Ortega y Gasset, que reniegan del Modernismo y de la Generación del 98 e inician un nuevo proceso de renovación de la literatura española, acorde con las nuevas tendencias europeas.

Esta es también la época de los “ismos” (Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Ultraísmo, etc). Por tanto, la difusión de los nuevos principios estéticos vanguardistas viene a coincidir prácticamente en el tiempo con el desarrollo del Novecentismo, con el que la vanguardia comparte muchos rasgos, de modo que es difícil establecer una frontera tajante que separe Novecentismo y Vanguardismo:

Los “ismos” vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido. Muchos afectan por igual a las artes plásticas, al arte escénico o cinematográfico, a las letras, e incluso al pensamiento. Algunos pasan como efímeras modas, otros dejan huella imborrable.

Las características de este nuevo arte son:

 La huida del sentimentalismo (racionalismo). Se persigue el rigor intelectual, el análisis frío y objetivo de las circunstancias, la claridad expositiva, es decir, el intelectualismo.

 Antirromanticismo (abandono del tono apasionado y vehemente). Se rechaza lo sentimental y pasional y, por el contrario, se prefiere lo intelectual.

 Defensa del “arte puro”, deshumanizado. El arte tiene que limitarse a proporcionar placer estético y no ha de ser, por tanto, vehículo de preocupaciones religiosas o políticas ni de emociones privadas,.

 Aristocratismo intelectual o imperativo de selección: la selección es el verdadero espíritu del arte. Esta selección produce, en general, una literatura para minorías: a “la inmensa minoría” como decía Juan Ramón.

 La preocupación por el lenguaje: cuidado del estilo y la huida de lo fácil. Se busca la obra “bien hecha”, “bien meditada”.

Los movimientos de vanguardia en España

La poesía fue el género que más se desarrolló durante el Vanguardismo e incluso sus influencias perduraron en movimientos posteriores como la Generación del 27. Los movimientos poéticos que más influyeron en la poesía española fueron los siguientes:

 El Ultraísmo. Recoge elementos futuristas, aunque debe más al Cubismo de Apollinaire y añade algún eco-puramente técnico-del Dadaísmo. Su principal promotor fue Guillermo de la Torre, que ilustró sus doctrinas con los poemas “visuales” del libro Hélices (1923). Este es un movimiento nacido y desarrollado totalmente en España.

 El Creacionismo. Lo inició en París el chileno Vicente Huidobro. Los creacionistas querían hacer un arte que no imite ni traduzca la realidad. sí, el poeta cultivará el juego de azar de las palabras, creando donde no hay nada. Entre sus seguidores en España figura Juan Larrea y Gerardo Diego.

 El Surrealismo y su presencia en España. Este movimiento no se presenta sólo como una renovación estética sino que pretende ser una renovación integral. Su gran lema sería la frase de Rimbaud “changer la vie” (cambiar la vida). Propugna una liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente por la sociedad burguesa. Se produce también una liberación del lenguaje: aparecen asociaciones libres e inesperadas de palabras, metáforas insólitas, imágenes oníricas y hasta delirantes. España es posiblemente el país europeo en donde la repercusión del Surrealismo fue mayor. La difusión del Surrealismo en España se debe más a Juan Larrea cuyos poemas responden al Surrealismo más puro. Al influjo del Surrealismo se deben también libros como Sobre los ángeles de Alberti,Poeta en Nueva York de Lorca y buena parte de la obra de Aleixandre. Finalmente, gracias al Surrealismo, lo humano e incluso lo social y político penetrarán de nuevo en la literatura.

Juan Larrea

Juan Larrea fue uno de los pioneros de la poesía de vanguardia en España. Se inició en el creacionismo y en el ultraísmo, aunque también destacó en el Surrealismo.

Su obra poética comprende un volumen publicado en México en 1935, Oscuro dominio, y una recopilación exhumada en 1969, Visión celeste, donde expone una visión existencial de la vida, teñida de una particular religiosidad.

Ramón Gómez de la Serna

Su obra se caracteriza por su arrolladora personalidad, hasta tal punto que creó un estilo conocido como el ramonismo, sinónimo de independencia, esteticismo y provocación.

Practicó el madrileñismo, una ligazón especial con esta ciudad de la que le atraía su vida cultural y bohemia y que definió como “Madrid es no tener nada y tenerlo todo”.

Ramón Gómez de la Serna es, por personalidad y obra, el prototipo del escritor vanguardista. Fue uno de los creadores del movimiento en España y un gran conocedor de las vanguardias europeas. Cultivó todos los géneros pero destacó por sus originales “greguerías” que él mismo definió como “metáfora más humor” y aunque no son obras líricas propiamente dichas, sí que están dotadas de un gran lirismo y representan un nuevo estilo de creación poética; son juegos de ingenio al más puro estilo conceptista, en las que alternan el humor, la gravedad, la filosofía y la imaginación.

La Generación del 27

¿Generación o grupo?

El nombre de Generación del 27 se debe al homenaje que realizaron estos escritores a Luis de Góngora, al cumplirse, en 1927, el tricentenario de su muerte.

No obstante, Dámaso Alonso Comprueba que faltan algunos de los requisitos generacionales de Petersen: inexistencia de algún hecho nacional o internacional, ausencia de caudillo o guía, no se alza contra nada ni tampoco hay comunidad de técnicas o de inspiración.Por todo ello, sería más conveniente y exacto utilizar el término de Grupo poético del 27.

La vida del grupo

Los miembros del Grupo poético del 27 mantuvieron relaciones personales muy intensas, que indudablemente se vieron reflejadas en sus producciones literarias. Repasemos los ambientes y las labores en las que coincidieron:

-La Residencia de Estudiantes de Madrid es un privilegiado lugar de encuentro: allí viven algunos de ellos y allí acuden todos atraídos por sus ricas actividades culturales (exposiciones, conferencias...).

-Entre los actos comunes destacan los organizados para celebrar el famoso Centenario de Góngora en 1927.

-Sus nombres se encuentran en las mismas revistas literarias, ante todo en las dos más importantes: la Revista de Occidente y la Gaceta Literaria, pero a ellas habría que añadir otras muchas como Litoral, Verso y prosa, Mediodía, Meseta, Carmen, Cruz y Raya y Caballo verde para la poesía, fundada por Pablo Neruda en 1935.

La estética del 27

Podría afirmarse que, como denominador común, los poetas del 27 se caracterizan por cierta tendencia al equilibrio que logra una original síntesis entre ciertos polos opuestos entre los que se había debatido la poesía española de los últimos lustros:

-Entre lo intelectual y lo sentimental. Se les acusó de intelectualismo, por la influencia vanguardista, pero no falta en ellos la emoción y el más puro sentimiento.

-Entre una concepción casi espiritual de la poesía y una gran preocupación por el estilo.

-Entre la pureza estética y la autenticidad humana.

-Entre lo minoritario y la “inmensa compañía”. Aspecto fundamental de ello es cómo se entretejen lo culto y lo popular.

-Entre lo universal y lo español.

A modo de síntesis, podemos decir que el Grupo poético del 27 es un movimiento innovador que mezcla armoniosamente:

-La tradición con la renovación

-El popularismo con la poesía pura

-La expresión sencilla con el lenguaje culto

-La métrica tradicional con el verso libre.

Tradición y renovación. Influencias

El grupo poético del 27 recibe muchas influencias tanto de la rica tradición poética española como de los movimientos literarios europeos más modernos.

En la Generación del 27 se produce un encuentro entre ciertos principios de las vanguardias literarias y la poesía española clásica, desde la lírica popular, Gonzalo de Berceo o Gil Vicente, hasta poetas barrocos.

Evolución conjunta. Etapas

Podrían señalarse hasta tres momentos diferentes:

1) Etapa de juventud, hasta 1927, aproximadamente. Se aprecia la influencia vanguardista en busca de la poesía pura que se trasluce en el uso de la metáfora. Sin embargo, no todo es deshumanización: lo humano había entrado ya por el camino de la lírica popular (Libro de poemas de Lorca, 1921 o Marinero en Tierra de Alberti, 1924).

2) De 1927 a la guerra civil. En esta etapa culmina el proceso de rehumanización de la poesía ya iniciado en la etapa inicial. Es entonces cuando se produce la irrupción del Surrealismo y comienza ahora una época de poesía trascendente, humana y apasionada. Las circunstancias históricas aportan también nuevas inquietudes a las que los poetas del grupo no pueden escapar: los acentos sociales y políticos. De forma más o menos activa, todos se muestran partidarios de la República al estallar la guerra.

3) Después de la guerra. Lorca muere en 1936 y los demás, salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, parten para un largo exilio que no tendrá fin. El grupo poético del 27 se dispersa y cada cual sigue su rumbo poético pero ninguno abandonará ya los caminos de una poesía humana, cada vez más humana.

En el exilio los temas son el dolor del hombre, incluso hay imprecaciones contra los vencedores pero la nota dominante en la mayoría será la nostalgia de la patria perdida, el desarraigo.

En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, cuya máxima expresión es Hijos de la ira, de Dámaso Alonso (1944).

Innovaciones métricas

Junto a formas clásicas o de tipo tradicional, los poetas del grupo desarrollaron ampliamente el verso libre o versículo. En el verso libre, el ritmo se basa en la reiteración de ideas, de palabras, de estructuras sintácticas (paralelismos, anáforas...)

Poetas de la generación del 27

En este apartado estudiaremos los poetas más señalados de la Generación del 27 pues poseen una trayectoria poética más rica y profunda e, indudablemente, son los más conocidos internacionalmente.

Federico García Lorca

Sus primeros poemas quedaron recogidos en Libro de poemas, de 1921, una antología que tiene grandes logros. En 1922 organizó con el compositor Manuel de Falla, el primer festival de cante jondo, y ese mismo año escribió precisamente el Poema del cante jondo, aunque no lo publicaría hasta 1931. El Primer romancero gitano, de 1928, es un ejemplo genial de poesía compuesta a partir de materiales populares, y ofrece una Andalucía de carácter mítico por medio de unas metáforas deslumbrantes y unos símbolos como la luna, los colores, los caballos, el agua, o los peces, destinados a transmitir sensaciones donde el amor y la muerte destacan con fuerza.

Tras los Poemas en prosa, escribió en Nueva York un gran ciclo profético y metafísico en el que el autor apuesta por los oprimidos, sin dejar de sacar a relucir sus obsesiones íntimas. El ciclo iba a constar de dos libros, Poeta en Nueva York, escrito entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940, y Tierra y Luna, del que algunos poemas fueron incluidos en Diván del Tamarit, concluido en 1934, aunque también se publicó póstumamente.

Por su parte, los incompletos Sonetos del amor oscuro, escritos durante una temporada en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), expresan una desesperación más personal y constituyen unas muestras admirables de erotismo, que sólo recientemente han sido dadas a conocer.

Otro importante poema de Lorca, dentro de la línea del neopopulismo, es el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de 1935, una elegía compuesta al morir ese torero intelectual, amigo de muchos de los poetas de la generación de Lorca. Mientras que los Seis poemas galegos, del mismo año, consiguen trascender las referencias populares evidentes.

Sus temas favoritos son: el amor, presentado en un sentido cósmico y pansexualista, la esterilidad, la infancia y la muerte como motivos fundamentales.

Rafael Alberti

En 1924 se le concedió el Premio Nacional de Literatura por el primer libro que publicó, Marinero en tierra.

En 1929, tuvo lugar un cambio importante en su poesía, cuando publicó Cal y canto, influido por Luis de Góngora y el ultraísmo. También de ese mismo año es Sobre los ángeles. Considerada su obra maestra, es una alegoría surrealista en la que los ángeles representan fuerzas dentro del mundo real. Producto de una intensa crisis personal relacionada con lo que el propio poeta califica de “amor imposible” y los “celos más rabiosos”, contiene imágenes que suponen altas cumbres poéticas. Sus tonos apocalípticos se prolongaron en Sermones y moradas (1930).

Posteriormente se afilió al Partido Comunista español, y publicó, hasta 1937, un conjunto de libros que el autor denominó El poeta en la calle, aparecidos conjuntamente en 1938. También de la misma época son sus obras de teatro, entre las que destaca Fermín Galán (1931).

Pedro Salinas

Publicó su primer libro de poemas, Presagios (1924. Siguieron Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931) dentro de una línea de indagación interna en la que, sin embargo, aparecen frecuentes referencias al cine, los automóviles y otros objetos del mundo cotidiano del poeta. La voz a ti debida (1933), título tomado de un verso de Garcilaso de la Vega, para la crítica supone la obra capital de Salinas, con una intensa profundización de la experiencia amorosa. Razón de amor (1936) es un libro poseído de pasión e inquietud, aunque más pegado a la tierra que el anterior. La trilogía, que según algunos especialistas le convierte en el mejor autor español de la llamada poesía pura y uno de los líricos con mayor sutileza en los matices, viene cerrada con Largo lamento (1939), tal vez menos completo que los otros dos, pero con momentos de gran altura.

Después de su exilio, y tras reunir toda su obra anterior en el volumen Poesía junta (1942), publica El contemplado (1946) y Todo más claro (y otros poemas) (1949).

Pedro Salinas ha sido considerado como el poeta del amor de la Generación del 27. Su poesía se caracteriza por la sinceridad en la expresión del tema del amor y por su sencillez formal, que no conceptual. Algunos críticos han visto en él un nuevo resurgimiento del Romanticismo becqueriano y una vuelta al conceptismo amoroso barroco debido a la densidad conceptual que atesora su poesía.

Luis Cernuda

Su primera obra, Perfil del aire (1927), estaba en la línea de la poesía pura. De su estancia en Francia surgió Un río, un amor (1929), influido por el surrealismo. Donde habite el olvido (1934) es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Desde 1936 agrupa toda la poesía que va produciendo bajo el título La realidad y el deseo, al que va añadiendo poemas.

Cernuda también se centró en el tema del amor, aunque le añadió un componente existencialista, provocado por el desengaño resultante del enfrentamiento entre la realidad frustrante y el deseo del poeta. Por ello, su poesía está impregnada de un fuerte tono pasional que refleja, con gran sinceridad, todas sus inquietudes, fracasos y anhelos amorosos. Un sentimiento escéptico y pesimista domina su obra.

Vicente Aleixandre

Considerado el gran autor español de la poesía pura, el primer libro que publicó fue Ámbito, de 1928, donde muestra interés por la naturaleza y ofrece el conocimiento que posibilita la pasión. En los siguientes, Espadas como labios, de 1932, y Pasión de la tierra, de 1935, incorpora plenamente el surrealismo a la poesía castellana, y el poeta aparece como el que transmite los mensajes del cosmos.

En Sombra del paraíso, de 1944, la naturaleza, asunto fundamental en su poesía hasta entonces, se tiñe con tonos elegíacos al cantar el mundo que había perdido el poeta debido a la Guerra Civil española.

Historia del corazón, de 1954, supuso el inicio de lo que el propio Aleixandre consideró un nuevo ciclo en el que, según sus propias palabras: “expresaba la difícil vida humana, su quehacer valiente y doloroso”. El poeta vuelve a contemplar la realidad, no desde el punto de vista del cosmos, sino del hombre histórico.

La obra de Vicente Aleixandre está marcada por un fuerte tono existencialista e intimista adornado con una fuerte pasión emocional. El Surrealismo influyó directamente en su obra creando un lenguaje muy sugerente, en el que las imágenes y metáforas visionarias juegan un papel muy importante.

Gerardo Diego

Su poesía, caracterizada por una fecunda variedad, suele dividirse en dos tendencias: una que sigue los derroteros de la tradición, y otra que le hace ser un avanzado vanguardista.

Su obra adquiere un carácter unitario superando esas diferencias formales entre poesía de “creación” y poesía de “expresión”, entre la poesía tradicional y la vanguardista.

Dentro de la poesía “de expresión” destacan libros como Versos humanos (1925), donde se advierte una influencia simbolista. Otra obra importante dentro de esta tendencia es Alondra de la verdad (1941).

La crítica, sin embargo, considera que la mayor importancia histórica de Gerardo Diego reside en su obra vanguardista, que inicia desde muy joven y se prolonga durante toda su vida: Manual de espumas (1924), Fábula de Equis y Zeda (1932.

La poesía de Gerardo Diego es esencialmente tradicional, aunque en su juventud se sumó también a los movimientos de vanguardia, que le influenciaron posteriormente, y sencilla en cuanto a la forma. Un fuerte lirismo domina toda su producción, como podemos observar en este conocido poema:

Jorge Guillén

La obra de Jorge Guillén se caracteriza por su gran preocupación formal y se divide en tres períodos:

Cántico, uno de sus libros más importantes. Constituye una afirmación de vitalismo, un cántico a la creación, al goce de existir, a la armonía del universo.

El segundo periodo en que suele dividirse la obra poética de Guillén, viene constituido por Clamor, con sus tres volúmenes: Maremágnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963).

En Homenaje (1967), que constituye el tercer periodo de su obra, Guillén realiza una síntesis magistral de las dos tendencias previas, con una poesía pura pero llena de referentes concretos.

Jorge Guillén es un poeta profundamente vitalista. Su poesía afronta con optimismo la realidad vital que le rodea. Cántico es una obra cargada de ilusión y esperanza ante la vida, como demuestra este fragmento:

No hay comentarios:

Publicar un comentario